En la India los más pobres y los más humillados se están convirtiendo en periodistas

Para dar voz a aquellos que todos intentan silenciar e ignorar, la iniciativa Video Volunteers da a los parias de la India, los «intocables» que últimamente se les denomina los dalits, una videocámara con la que registran la tremenda discriminación que viven a diario.

 

En la India, uno de los países más señalados por su rígida estratificación social, es conocida la marginación en que viven los parias, los “intocables” que en años recientes han comenzado a conocerse como Dalits, cambio de nombre que sin embargo no ha modificado en un ápice el abuso que sufren por parte de las autoridades policiacas y otros sectores de la población, quienes no dudan en propinarles tremendas golpizas y humillaciones sin justificación efectiva.

Por otro lado, la misma baja consideración en que se tiene a los dalits hace que los medios locales presten poca o ninguna atención a este problema, contribuyendo a que este se reproduzca todavía más.

Para contrarrestar esto se creó la iniciativa Video Volunteers (Voluntarios en Video), que combina la comunicación con la defensa de los derechos humanos. Su esencia es dar a alguno de estos dalits una cámara de video y todo lo necesario para que documente este nivel de discriminación que viven los más vulnerables en India.

Así, la pobreza, la falta de agua y de infraestructura sanitaria, la corrupción o la explotación sexual, constantes en la vida cotidiana de los parias, queda registrada como una elocuente manera de denuncia por parte de aquellos que por todos lados son silenciados.

Entre las medidas puntuales que se apoyan desde Video Volunteers se encuentra una campaña contra la discriminación de castas, la cual se expresa en hechos tan comunes como que en una escuela los niños dalits coman separados del resto de los alumnos o que en una peluquería no puedan entrar dalits.

A decir de Amol Lalzare, uno de estos corresponsales de emergencia, dalits él mismo, algunos medios están ofreciendo hasta 5 mil rupias (más o menos 95 dólares) por cada video de “impacto”, una especie de cambio a partir de su trabajo, según piensa el hombre.

Hasta ahora Video Volunteers cuenta entre sus filas a 60 personas, distribuidas en todo el territorio indio, con historias que por su alto impacto mediático se ha colado a las cadenas de televisión más importantes del país.

Sin embargo, uno de los verdaderos objetivos del proyecto es llegar a esos puntos de la sociedad que los medios tradicionales no pueden o no quieren alcanzar, de acuerdo con Jessica Mayberry, una de las fundadoras de Video Volunteers, en pocas palabras, democratizar los medios de información.

La organización, por cierto, se sostiene económicamente de donaciones (dos terceras partes de su ingreso) y de vender contenido y servicio de entrenamiento en la materia.

Fuente: http://www.mnn.com