Presentación de libros Punks en el NOA

La actividad se llevó a cabo en la sede de Adiunt y contó con la presencia de los autores Max Vadala y Mathias Rinaldelli.

 

Quienes se acercaron a la sede de la asociación de docentes e investigadores de la UNT tuvieron la oportunidad de charlar con los escritores de los libros Punk rock y sus derivados y Agujas y Sangre. Además hubo proyecciones, feria de fanzines, muestra de dibujos, comida vegana y hasta quedó tiempo para tocar unas canciones en versión acústica.

 

Max Vadala nació en 1976 en Buenos Aires. Se crió en el barrio de La Boca, donde desde muy temprana edad comenzó a dibujar, actividad que nunca abandonó. Fue expulsado de la escuela de Bellas Artes y su formación es principalmente autodidacta. Desde el año 1993 edita el fanzine Buenos Aires Desorden, donde publicó sus propios textos y dibujos. Su imaginación le permitió hacer un camino propio, un surco que se rellena con las voces de los excluidos, el surco de los vándalos y el de los que, como él, crearon su propia escuela a base de fanzines, artes de tapas de discos, comics, murales callejeros y personajes de la noche.

 

Un montón de años agitando. Desde 1991 con el punk rock (primero con Masacre en el autocine, Bs.as. desorden –la banda-, Nogal, Klub 699, Terror y Miseria y actualmente con Sopa de Garrón y Ácidos Populares) y a partir de 1993 con su fanzine. Siempre sosteniendo un mensaje, un grito que enfatiza aquello que no somos e invita a buscar aquello que somos: irreductibles.

 

Punk rock, anarquía y tinta china recopila trabajos aparecidos tanto en el Buenos Aires Desorden zine como en los flyers, afiches, discos, muros, publicaciones alternativas, “brazos y piernas”, etcétera, que llevan y llevaran su estilo. Retrata con un humor ácido imágenes y actitudes de nuestro sistema social combinado con un trazo preciso y la posibilidad de reírnos de nosotros mismos.

 

En Punk y sus derivados se publican los relatos que aparecieron en la sección de su fanzine que tiene este mismo nombre. Narrativas vivenciales que tienen por protagonistas a personajes del punk y otras contraculturas relacionadas. Transcurren principalmente en Buenos Aires, pero también son relatos de anécdotas de viajes que lo llevaron por Uruguay, Brasil, México y Chile. Encuentros y desencuentros, héroes defenestrados, antihéroes, personajes bizarros y de la noche, recitales, feria de fanzines, amistad, fiestas, alcohol, peleas, contados por una voz diferente y critica, no solo dentro de la sociedad sino dentro de la propia movida punk. Un testimonio crudo, personal y controversial de la realidad de la cultura punk en Argentina y América del Sur.

 

Los testimonios de Max fueron escritos en el acto, en el momento en que pasaron las anécdotas e historias, y por eso demuestran los sentimientos y la rabia salvaje de aquellos instantes sin filtrarlos. Y también está la gracia y el humor del momento. Es cierto que se puede no estar conforme con las opiniones del autor, quien se expresa en una manera muy personal y subjetiva en vez de fingir una objetividad que no existe.

 

En el caso de Mathias Rinaldelli, el autor de Agujas y Sangre, se trata de un tatuador itinerante de gran simpatía que vive en Bariloche en un terreno ocupado y hasta hace unos días no sabía manejar. Se compró una moto, sacó el carnet y se vino a Tucumán para la presentación de su libro. Se jacta de no haber terminado la secundaria y fue cantante durante muchos años de la banda punk Ácidos Populares. Durante muchos años edito el fanzine “Buenos Aires Subterráneo” y fue en la Feria de Kongreso donde tuvo el primer contacto con la literatura y el ideal libertario.

 

Como todo buen escritor, a él poco le importan y hasta tal vez le avergüencen un poco sus primeros escritos, pero se ha convertido en un hábil narrador, capaz de hacernos penetrar en la historia de cada personaje tanto como él penetra la piel de cada uno de ellos. Nos relata muchas cosas a través de sus personajes, no solo en contexto de consumación del tatuaje sino también los lugares y sus respectivos momentos socio-históricos.

 

El lenguaje de Mathias es señorial y gracioso al mismo tiempo, escribe un poco como habla él, con esa gracia adquirida en el interior del país,mezcladas con tantos otros modismos regionales que aprendió de tanto deambular. Es que la vida de Mathias es un viaje constante, y no en sentido figurado.

En Agujas y Sangre confiesa que al escribir siempre intenta re-descubrir y confirmar todo lo bello, digno y trascendente de la vida. Es como una inclinación natural hacia lo positivo.

 

Sin embargo, si existe algún hilo conductor en estas historias, además del noble arte del tatuaje, es la marginalidad, la violencia y la guerra. Es un hombre que ha viajado por el mundo, testigo y actor de los sucesos de su tiempo, cuando escribe le resulta casi imposible mentir y hace tinta de impresora lo que sus ojos ven y sus manos tocan. Escribe sobre los hechos y estos hechos deben resultar excepcionales.

 

Video cortesía de Jose Saravia 

 

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