Legalización y desarrollo del arte urbano en Brasil

En marzo de 2009, el gobierno de Brasil aprobó la ley 706/07 que descriminaliza el arte urbano. Ahora es legal, siempre y cuando se realice con el consentimiento de los dueños de los edificios. Esta legislación es un reflejo de los paisajes multicolores que cubren las paredes de Brasil, un movimiento que ha crecido a nivel global.

En Brasil existe una distinción entre tagging, conocido en portugués como pichação, y graffiti, un estilo muy distintivo de arte urbano. El término pichação proviene del piche o alquitrán que algunos robaban de las construcciones para firmar las paredes. Quito, un artista de Río de Janeiro, cita las palabras de Smael Vagner, un integrante de Nação Crew: “El tagger busca pintar su nombre en una pared, busca fama, y es vándalo, pero el artista está interesado en la estética y en la comunidad”.

Desde 1999, con la ayuda de 25 artistas del graffiti, Río de Janeiro ha impulsado el arte urbano, en lugar del tagging: “Não pixe, grafite”.

 

Quito ha visto que los artistas urbanos en Río viajan al extranjero a plasmar su marca en otros países (como la exhibición en el ICA de Boston de 13 obras de Os Gemeos), mientras que artistas del graffiti de todo el mundo visitan el país para observar qué en lo que está sucediendo.

 

Y es que en Río el arte urbano es ubicuo. Existe en cada esquina de la ciudad, en cada favela en los espacios públicos, en sitios turísticos, en las paredes de instituciones y escuelas. Se ha vuelto un eje para la comunidad, una forma de impulsar el arte y el desarrollo social.

Durante todos estos años, Brasil ha brindado apoyo a sus artistas. En este país la línea entre lo ilegal y legal es aún más delgada. La ley 706/07 es simplemente un refuerzo a la forma de pensar de los brasileños sobre esta expresión artística.


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Para conocer más sobre el tema, visita el artículo de Michelle Young en untapped cities.

 

Fuente: arteycallejero.com